Decálogo del fracaso
Es curioso este tema del fracaso. Para poder tener éxito, primero hay que fracasar. Muchas veces.
Aunque lo sabemos, nos cuesta aceptarlo. Queremos tener éxito al primer intento y cuando no lo conseguimos, nos desanimamos.
Desde niños fuimos condicionados a temerle al fracaso. En el colegio, fuimos evaluados y etiquetados según el número de veces que fracasamos. En casa, quebrar un plato o manchar nuestra mejor prenda de ropa podía ser motivo de una terrible reprimenda.
Pero no solo los factores externos, como el castigo de un profesor o de nuestros padres, hacen que le temamos al fracaso. También, es ese mal sabor de boca, esa sensación inexplicable en el estómago que sentimos cuando las cosas no nos salen como esperábamos; eso contribuye a que seamos reacios a experimentar cualquier tipo de situación que nos podría generar ese sentimiento.
Muchos hablan de éxito, pero pocos se detienen a conocer y a abrazar el fracaso.
El diccionario define la palabra “fracaso” como un acontecimiento lastimoso, inapropiado y funesto que sucede sin esperarlo o haber pensado en ello.
Analizando esa definición, automáticamente podemos obtener una pista de cómo reducir el fracaso en un 50% (¿la ves? ¿ves la pista de la que hablo?). Veamos a lo que me refiero:
FRACASO:
Acontecimiento lastimoso, inapropiado y funesto…
… que sucede sin esperarlo o haber pensado en ello.
Al final, el fracaso es tan solo un acontecimiento lastimoso, inapropiado y funesto que hemos estado esperando desde que decidimos luchar por lo que queremos y hemos estado pensando constantemente en él, para saber reconocerlo cuando llegue, invitarlo a tomarse un café con nosotros y que nos enseñe muchas de las cosas que necesitamos para prepararnos para el éxito.
Sin embargo, lo de «lastimoso, inapropiado y funesto» puede ser cuestionable, dependiendo de cómo se interprete.
Si aceptamos el fracaso como parte fundamental del éxito, no le daremos una connotación negativa a esos acontecimientos aparentemente funestos.
Te propongo reencuadrar tu manera de ver el fracaso, a través del…
DECÁLOGO DEL FRACASO:
El fracaso es inevitable. Espéralo.
El fracaso es temporal. Persiste.
El fracaso es tan solo un ensayo. Practica.
El fracaso es un maestro. Escúchalo.
El fracaso es retador. Asúmelo.
El fracaso es una brújula. Oriéntate.
El fracaso es parte de la aventura. Disfruta.
El fracaso es una lección de humildad. Aprende.
El fracaso es una oportunidad de cambio. Transfórmate.
El fracaso es el camino. Recórrelo.
“Lo que impide tomar acción es lo que crea acción. Lo que se interpone en el camino, se vuelve el camino”. Marco Aurelio.
*Este contenido es un fragmento de mi libro: «Triunfar con miedo: Cómo tomar acción sin que el miedo sea una limitación.