Si quieres ser visto como «profesional» no se te ocurra hacer esto
Cada persona tiene su propio concepto de lo que significa ser “profesional”.
Frases como “¡que poco profesional!”, “¡eso no es profesional!”, etc. vienen acompañadas de una serie de prejuicios adoptados por quien las pronuncia.
Hay que saber distinguir entre la ética, las buenas prácticas y el compromiso con el cliente, y por otro lado, todo aquello que nos hace PERSONAS.
En mi página de Facebook, además de publicaciones de marketing y negocios, publico cosas de mi vida personal (mis alegrías, mis decepciones, mis viajes, etc.). Una vez alguien me dejó un comentario diciendo: “Alex, no deberías publicar estas cosas en tu página Facebook, eso no es profesional”. Quien no quiera ver mi lado humano, que me deje de seguir. Así de simple.
Existe la idea de que para ser profesional, debemos inhibir cualquier señal o emoción de seres humanos. Es como que si el cliente esperara de nosotros que nos convirtamos en robots para ser percibidos como buenos profesionales. Al parecer, si queremos ser tomados en serio, no podemos aflorar nada que le muestre a los demás que tenemos sangre en las venas.
Si eso fuese cierto, entonces el cliente no esperaría de nosotros ciertos gestos de cortesía, amabilidad, aquel descuento por ser su cumpleaños o el regalito especial por confiar en nosotros durante todo este tiempo. Vamos, cualquier tipo de gesto que demuestre que somos tan personas como ellos.
Ese preconcepto es sumamente arcaico. Ser profesional no te hace menos humano y si quieres ser visto como un verdadero profesional, no se te ocurra transformarte en un ser frío, insensible y carente de una vida propia.
Recuerdo el caso de un candidato a la presidencia de EEUU, Michael Dukakis, que en 1988 participó en un debate televisivo. Él había hecho campaña contra la pena de muerte y manifestó su oposición ante ella. En el debate, el moderador lo provocó diciéndole: “Si su esposa fuese violada y asesinada ¿no estaría a favor de la pena de muerte del asesino?” Y él respondió que igual no le parecía correcta la pena de muerte.
Esa declaración, le quitó todas las oportunidades de ganar. Las personas no querían votar por una persona que ponía sus ideales políticos por delante del amor a su esposa.
En vez de dar esa respuesta robótica y “profesional”, si él hubiese dicho algo así: “Como presidente de EEUU, mi deber sería abolir la pena de muerte. Como esposo, yo mismo mataría con mis propias manos al asesino de mi mujer y luego aceptaría orgullosamente mi condena en prisión” …seguramente hubiese ganado las elecciones.
Un profesional está compuesto de habilidades, experiencia y conocimientos técnicos pero también de sentimientos, idiosincrasia y vulnerabilidades emocionales. Todo forma parte del paquete y actualmente, eso es valorado por la mayoría de las personas.
Las personas quieren hacer negocios con personas, no con máquinas.
Tu lado humano forma parte de ti y el cliente lo sabe. Aquellos que digan “me importa un pito tu lado humano” obviamente van a preferir hacer negocios con máquinas. Pero afortunadamente, hay suficientes personas en el mundo y la mayoría, tiene sangre en las venas (igual que tú y yo).