7 trucos para ser más disciplinado en tu día a día

Hace un par de meses leí en un libro una pregunta que me hizo reflexionar bastante: «¿Cuál sería aquél elemento crucial que deberías cambiar en tu personalidad para conseguir más rápidamente lo que deseas?»

Mi respuesta es: ser más disciplinado.

Aunque muchos de mis amigos, familiares y colaboradores me consideran muy disciplinado, en mi opinión, no lo soy lo suficiente. No me puedo quejar con lo que he obtenido hasta ahora y en relativamente poco tiempo, pero sé que lograría alcanzar mucho más si afino mi disciplina.

Si tú también consideras que la disciplina es algo en lo que debes trabajar, compartiré contigo 7 trucos que me están ayudando a ser más disciplinado cada día:

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1.- Elimina los puntos de fricción: Muchas veces nos cuesta tener disciplina por pequeñas piedras en los zapatos. Cosas que nos hacen el trabajo más dificil, que nos hacen sentir incómodos. Busca lo que te pueda estar molestando (falta de un accesorio o herramienta, falta de un lugar adecuado, etc.) y elimínalo o al menos mejóralo;

2.- Sufre gradualmente: Empieza por un pequeño (pero consistente) esfuerzo y aumenta el tiempo que le dedicas a él hasta que el sufrimiento sea algo natural y no algo que te detenga. No es realista ponernos la meta de trabajar de manera ininterrumpida durante 2 horas si el trabajo nos cuesta. Empieza por la meta diaria de 15 minutos, luego auméntala a 30, luego a 45 minutos hasta que sea algo natural para ti y no algo forzado;

3.- Transforma la frustración en combustible: «es mejor ser alegre que ser triste» dice la bossa nova de Vinicius de Moraes y Baden Powell. Recuerda el sentimiento desagradable que experimentas cada vez que no cumples lo que te habías propuesto. Compara ese sentimiento con el que sientes cuando has vencido la pereza y la falta de inspiración y has logrado lo que te has propuesto. Creo que estarás de acuerdo conmigo que es mejor sentirse bien que sentirse frustrado;

4.- No pienses mucho al respecto: mientras más pensamos en lo que NO queremos hacer, menos queremos hacerlo. Solemos concentrarnos más en el dolor que en el beneficio, así que no pienses mucho y actúa! Es en estos momentos cuando nos conviene ser zombis y actuar sin pensar;

5.- Autoengáñate y empieza: di que solo lo harás durante 5 minutos. Una vez que hayas empezado, ya habrás pasado la peor parte y verás que no te quedarás haciendo lo que tengas que hacer solo por 5 minutos, sino por más tiempo;

6.- Agradécele a tu mente, pero no la escuches: ella buscará todas las excusas posibles para impedirte que hagas aquello que no quieres. A la final, nuestra mente quiere lo (que ella cree) mejor para nosotros y no quiere que pasemos por el sufrimiento de la disciplina. Dile «gracias por tu opinión, pero yo sé lo que es mejor para mi»;

7.- Bloquea el tiempo: Ponle hora a lo que tengas que hacer. No dejes que el día te pase sin haberle puesto una hora específica a lo que debes completar. Decir «mañana durantel el día haré X» no sirve. Verás que ese «durante el día» nunca llegará. Mejor di: «mañana, de 3pm a 4pm haré X».

¿Tienes algún otro truco que utilices para ser más disciplinado? compártelo conmigo. Y si no tienes otro truco, cuéntame de alguna experiencia donde te hayas sentido muy bien por haber logrado lo que te propusiste (eso te ayudará a recordar lo bien que se siente ser disciplinado y conseguir lo que queremos).

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