Si le temes a esto… tus días como emprendedor están contados.
Ser emprendedor significa vivir en la ausencia de una certeza absoluta. Aprender a abrazar la incertidumbre es esencial para tener éxito como emprendedor.
A veces, el miedo que tenemos con las cosas grandes (los grandes sueños, las grandes metas, las grandes responsabilidades) hace que nos olvidemos del miedo con las «pequeñas» cosas: «Lo que opinarán mis clientes», «lo que dirán mis compañeros del sector», «lo que harán mis competidores”.
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¿Te ha pasado?
Dejar de hacer algo que pueda ser «demasiado» revolucionario. No querer hacer algo muy excéntrico por temor a ser «diferente».
Quien se arriesga a hacer las cosas de una manera distinta, se arriesga a tener recompensas superiores al resto. La pregunta que te hago es: ¿Te arriesgarías a ser el “raro” de tu sector?
Me he dado cuenta que, particularmente a los emprendedores españoles, les hace falta arriesgarse más. Arriesgarse a ser diferentes, arriesgarse a ir contra la corriente, arriesgarse a destacar sobre el resto. Obviamente esto pasa en muchos países, pero es curioso como allá en España hay un terrible temor, sobretodo, a quedar en ridículo delante de los “amigos” del sector.
Actuar de manera “segura” y convencional trae resultados convencionales. Para tener resultados extraordinarios hay que arriesgarse a pisar territorios que otros no se atreven a pisar por miedo a quedar en ridículo. El riesgo de quedar en ridículo siendo diferentes es muy pequeño cuando lo comparamos con la recompensa que obtenemos al destacar sobre los demás.
Hay quienes destacan por cosas buenas y hay quien lo hace por cosas malas, pero ¿sabes qué? la razón que te hace destacar es lo que menos importa. Si le aportas valor a tu público objetivo y ellos consiguen un beneficio con lo que haces, da igual si destacas sobre tus competidores por tu extravagancia o excentricidad, o bien sea porque te consideran “el más serio”. Lo que sí te puedo asegurar, es que tienes pocas probabilidades de destacar siendo “el mejor”.
Ser el mejor nunca será tan rentable como ser diferente. Deja de intentar ser el mejor y arriésgate a ser diferente.